Rituales simples para aprovechar al máximo la energía de cada fase de la Luna.
Desde la antiguedad, la Luna ha marcado tiempos y costumbres. Las diferentes civilizaciones organizaban sus actividades en función a sus ciclos e, incluso, determinaron sus calendarios en base a ellos. Y para la Astrología también ocupa un rol central.
Principio de lo femenino por excelencia, nuestro satélite natural representa las emociones, la Madre, lo instintivo, el pasado, los recuerdos y la infancia.
En la Carta Astral de una persona, la posición de la luna en un signo zodiacal y en una Casa astrológica revela información sobre su vida afectiva y emocional, su relación con su madre o con otras figuras maternas, sus vínculos amorosos y de pareja, y su conexión con su hogar y su familia.
Cuáles son las fases de la Luna
Luna nueva. En esta fase, la luna no es visible para nosotros. Es un momento de pensar e idear proyectos; de encontrarnos con nosotros mismos en lo más profundo para descubrir bien qué es lo deseamos y si eso será positivo -o no- en nuestra vida.
Cuarto creciente. Esta es la fase indicada para sembrar, para iniciar aquello sobre lo que hemos reflexionado y meditado y consideramos óptimo para nosotros. Gracias a su influencia positiva, hay que apostar por todo aquello que puede desarrollarse y multiplicarse.
Luna llena. Al ver a la Luna en el cielo nocturno, podemos observar el disco lunar en toda su plenitud reflejando la luz del sol. Así, todo lo que fue estimulado y realizado durante la fase creciente llega aquí a su máximo desarrollo, a pesar de que sus resultados pueden ser positivos o negativos.
Cuarto menguante. Es la fase ideal para descansar y relajarse. Mientras la luz de la Luna disminuye, tenemos tendencia a desprendernos de lo que nos sobra. Es ideal para eliminar líquidos y grasas y desintoxicarnos y limpiarnos. Esto incluye a la casa y las emociones negativas, entre otras cosas. Es tiempo de cerrar cosas y no de iniciar nada.
De este modo para aprovechar la energía de cada una de las fases, podemos poner en marcha un ritual que nos acompañe a estimular cada una de sus características.
Para esta fase recomiendo rituales para manifestar intenciones. Primero, encendemos una vela y nos sentamos en un lugar tranquilo para escribir nuestras intenciones, deseos y proyectos de Luna nueva.
Antes de escribirlos, cerramos los ojos y nos tomamos unos minutos para meditar. Una vez que estamos decididos, los escribimos en primera persona y en tiempo presente, como si se estuvieran manifestando ahora mismo. Una vez escritas, las leemos en voz alta y dejamos que la vela se consuma. Guardamos las intenciones en un cajón personal.
La Guia de los angeles de la guarda y los arcangeles tambien son muy especiales en estos rituales.
Durante la primera noche de cuarto creciente, preparamos un altar con una vela amarilla o dorada, una copa de agua y el papel con las intenciones que manifestamos en el ritual anterior.
Prendemos la vela, cerramos los ojos unos minutos y nos visualizamos concretando todo lo que incluimos en el listado. Una vez que terminamos la meditación, afirmamos: "Gracias, gracias, gracias".
Cuando la vela se quema, desechamos el agua con la mano izquierda en el baño o en un lugar con tierra. Guardamos el papel.
Para poder concretar todo lo que queremos, preparamos un altar con una vela amarilla o dorada, una copa de agua y el listado de intenciones.
Prendemos la vela y repetimos tres veces esta oración: "Luna poderosa, brindame toda tu fuerza y tu luz para que la abundancia y la prosperidad lleguen a mí y se hagan realidad. Sé que lo harás. Gracias, gracias, gracias".
Cuando la vela se quema, desechamos el agua con la mano izquierda en el baño o en un lugar con tierra. Si tras la tercera noche el objetivo se cumple, quemamos el papel. Si no, lo guardamos en un cajón personal hasta la próxima lunación.
Durante la primera noche de Luna llena, colocamos en un plato blanco tres velas rojas, formando un triángulo; luego, encendemos cada una de ellas. A continuación, escribimos en un papel blanco con lápiz rojo el nombre de la persona que nos gusta, publicó el sitio.
Finalmente, colocamos el papel en el plato, en el centro del triángulo, y derramamos sobre éste una cucharada de miel. Dejamos que las velas se consuman y desarmamos el altar.
Es importante aprovechar esta fase para hacer un limpieza y una desintoxicación profunda. Son días ideales para poner orden en casa o en la oficina; para arreglar placares; para lavar cortinas; alfombras o ropa de otra estación; y para hacer aseos en general.
Por la noche, una vez que terminamos las tareas, prendemos una vela blanca y agradecemos por todo lo que pudimos hacer.
Comments