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Foto del escritorClaudia Vallejo.angeles

"EL HÁBITO DE SENTIRNOS OFENDIDOS"


Las personas nos pasamos la mayor parte de nuestras vidas sintiéndonos ofendidas por lo que alguien nos hizo. La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida…

¡Nadie te ha ofendido!

En estos casos siempre son nuestras expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que nos hieren… Y las expectativas las creas nosotros mismos con los pensamientos. No son reales. Son imaginarias.


Ejemplo: Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, no tienes por qué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que fueron violadas. Tus ideas son las que te lastiman, tus creencias, tus programaciones.


Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal o cual forma y no lo hizo… Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entre las atenciones que esperabas tener contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación, en tu programación, en lo que tú mismo has creado.


Acá viene una parte que muchos hemos vivido y es que después de una decepción, de una pérdida, de una situación que no estaba en mi plan, nos enojamos con la persona, con los involucrados y hasta con Dios.


¿Enojado con Dios?


Es una forma de no asumir nuestra responsabilidad y le delegamos esto a DIOS, eres de los que repite " SI DIOS QUIERE" Dios siempre quiere lo mejor para nosotros, que estas haceindo tu para que sea lo mejor? Porque estas repsuestas , son tus creencias de lo que debería hacer Dios y eso es lo que te lastiman. Dios jamás ofende ni daña a nadie.


Una de las mayores fuentes de ofensas es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer y te dice “no”, creas resentimientos por partida doble.


  • Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías.


  • Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es y se convierte un círculo vicioso.


Todas las personas tenemos el derecho divino de guiar nuestra vida como nos plazca. Asi esto nos lleve a aprender de nuestros errores por sí mismos. ¡DEJEMOSLOS SER! nadie nos pertenece, ni siquiera nuestros hijos. En muchos casos es doloro dejarlos que se golpeen,se caigan, pero es parte de la vida.


Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Ámalas, disfrútalas y déjalas ir.

APLICA ESTA GUIA en tu vida:


1.- Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las personas y hasta Dios, las que te hieren. Estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA van a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque ellos tienen las suyas.


2.- Deja a las personas Ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad. Dales consejos si te los piden, pero permite que tomen sus decisiones. Es su derecho divino por nacimiento: el libre albedrío y la libertad.


3.- Nadie te pertenece. Ni tus padres, ni tus hijos, ni amigos, ni parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza. Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas. Vive y deja vivir.


4.- Deja de pensar demasiado. Ábrete a la posibilidad de nuevas experiencias. Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es. Disfruta de la sencilles, vive el presente, vive en ti mismo.


5.- La perfección no existe. Ni el padre, ni el hijo, ni el amigo, pareja perfectos. Es un concepto creado por la mente humana, pero en la realidad NO EXISTE.


Porque es un concepto imaginario. Un bosque perfecto serían puros árboles, Sol, sin bichos… ¿existe? No. Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay depredadores ¿existe? No.

6.- Disfruta de la vida. La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo. Te lo digo por experiencia, cuando aprendi a disfrutar del atardecer, de la brisa, del caminar, del viento, etc.


7.- Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado. Imagínate que ambos están cómodamente sentados. Dile por qué te ofendió. Escucha su explicación amorosa de por qué lo hizo y perdónala, perdonate. Si un ser querido ya no está en este mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres, lo que falto por decir, lo que sientes. Escucha su respuesta en tu corazon y dile adiós. Te dará una enorme paz.











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1 commento


Edith Silva Ruiz
28 apr 2021

Demasiado cierto! Mil gracias por recordármelo

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