Primero lo primero...
¿Qué es eso del despertar de conciencia?
Para muchos El despertar de la consciencia es el proceso de alcanzar un conocimiento de orden superior, espiritual.
En mi opinión es la sabiduría que vamos adquiriendo y que nos permite comprender quiénes somos, cuál es nuestro propósito en la vida, cómo vivimos y en qué áreas necesitamos mejorar.
Para que de forma natural cultivemos el amor propio además de el amor y aceptación hacia los demás.
Esto nos ayuda a aumentar nuestra consciencia, lo que nos lleva a actuar con más amor y coherencia en nuestras vidas.
Una persona consciente no causa daño a los demás; por el contrario, es compasivo, servicial, generoso y humilde.
Por otro lado, aquel que carece de consciencia puede actuar de manera destructiva, abusiva o manipuladora, incluso siendo inteligente.
Es importante entender que la consciencia va más allá de la inteligencia. Por eso muchos actos de maldad los clasificamos en que la persona debía estar "loca", "no estába en sus sentidos" y lamentablemente no siempre es así. Personas inteligentes lastiman a otros.
¿Cómo podemos alcanzar este despertar de consciencia?
Una técnica muy sencilla es a través de un autoexamen frecuente, que nos lleve al autoconocimiento, sin justificar nuestros fallos como lo haría nuestro ego orgulloso, "La niña peliona".
La práctica regular de la meditación es de gran ayuda, al igual que mantener una comunión amorosa y constante con lo divino y con nosotros mismos.
También es beneficioso acercarse a personas, maestros o guías espirituales para aprender de su sabiduría.
La lectura de textos inspiradores y el cultivo espiritual requieren disciplina y dedicación, pero son pasos importantes en el camino hacia un despertar de consciencia pleno.
LA DUCHA DIARIA UN HABITO DE PURIFICACIÓN.
El hábito de tomar un baño diario no solo es una práctica de higiene personal, sino también una oportunidad para realizar un ejercicio de conciencia y limpieza tanto física como mental.
Al sumergirnos en el agua, permitimos que las tensiones y preocupaciones del día se disuelvan, mientras nos enfocamos en el cuidado y la purificación de nuestro cuerpo.
Durante el baño, podemos dedicar unos momentos para practicar la atención plena, centrándonos en las sensaciones del agua que nos envuelve, el aroma de los productos que utilizamos y la tranquilidad que nos brinda el momento de cuidarnos a nosotros mismos.
Esta práctica nos ayuda a estar en el ahora y a liberar la mente de pensamientos ansiosos o estresantes.
Además, al acostarnos también deberíamos tener un momento de autoexamen que puede ser una oportunidad para reflexionar sobre el día que ha pasado, expresar gratitud por las experiencias positivas y dejar ir cualquier preocupación o tensión que aún podamos llevar.
Al entrar en la cama con una mente clara y un cuerpo relajado, creamos las condiciones ideales para un descanso reparador y rejuvenecedor.
En resumen, el baño diario no solo es una práctica de higiene, sino también un ejercicio de conciencia que nos ayuda a limpiar tanto nuestro cuerpo como nuestra mente, preparándonos para un descanso tranquilo y renovador al final del día.
Cultivar la consciencia requiere disciplina, dedicación y un compromiso constante. Es un camino que nos transforma y nos conduce hacia una vida más auténtica, plena y significativa.
Recuerda:
Cultivar La consciencia es un proceso gradual, un viaje que se recorre paso a paso.
No hay un único camino exacto o reglas para despertar la consciencia, encuentra el que mejor se adapte a ti. Rodéate de personas que te inspiren y te apoyen en tu crecimiento personal.
Confía en tu intuición y sigue tu corazón.
Despertar la consciencia es un regalo que podemos ofrecernos a nosotros mismos y al mundo.
Es un camino que nos abre a la belleza, la paz y la sabiduría que habitan en nuestro interior.
¡Emprende este viaje con entusiasmo y determinación!
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